El próximo domingo, día 25 de enero tenéis planes para hacer con vuestros hijos? Pues aquí va uno. Un taller de manualidades de setas con pasta de sal! Os esperamos!
Los talleres manipulativos y las actividades fuera del aula tienen un gran valor en el desarrollo educativo de los niños, ya que fomentan el aprendizaje activo, la creatividad y el pensamiento crítico. Estos enfoques ofrecen una experiencia más rica y dinámica que los métodos tradicionales, que se centran únicamente en la enseñanza teórica dentro del aula.
1. Aprendizaje experiencial
Los talleres manipulativos, en los que los niños interactúan con materiales concretos, les permiten aprender haciendo. Esto no solo les ayuda a comprender conceptos abstractos de manera más tangible, sino que también mejora la memoria y la comprensión a través de la práctica directa. Al manipular objetos, los niños desarrollan habilidades motrices y sensoriales, lo que contribuye a un aprendizaje más integral.
Según nuestra experiencia, los niños y niñas aprenden más rápido que sus familias toda la variedad de setas que tenemos en nuestros entornos.
2. Desarrollo de habilidades sociales
Las actividades fuera del aula, como los talleres grupales o los juegos en espacios abiertos, favorecen la interacción entre los niños. Aprenden a trabajar en equipo, a respetar turnos, a comunicarse y a resolver problemas de forma cooperativa. Este tipo de actividades potencia su inteligencia emocional y social, habilidades esenciales para su desarrollo personal y académico. Se hacen concursos y competencias improvisadas entre ellos para saber cual de ellos se ha aprendido más especies de setas en el taller y cual es comestible o no.
3. Estimulación de la creatividad y la resolución de problemas
Los talleres fuera del aula suelen ofrecer a los niños un entorno libre para explorar y experimentar. Estos entornos creativos les permiten pensar fuera de lo convencional, fomentando su imaginación y capacidad para resolver problemas de manera innovadora. A través de proyectos prácticos, los niños enfrentan retos y buscan soluciones por sí mismos, lo que fortalece su autonomía y confianza.
En Setacor los hemos hecho tanto en el Punto de Información micológica de Trassierra como en aulas de la naturaleza o casas rurales.
4. Conexión con el entorno
Al salir del aula y participar en actividades en la naturaleza, como en un parque o en un espacio al aire libre, los niños desarrollan una conexión más profunda con el medio ambiente. Este tipo de experiencias no solo favorece su bienestar físico y emocional, sino que también les enseña a valorar y cuidar su entorno natural. A menudo, estos talleres incluyen elementos de aprendizaje sobre sostenibilidad, biodiversidad y respeto por el mundo que los rodea.
5. Motivación y disfrute
Los talleres manipulativos y las actividades fuera del aula rompen la rutina diaria, lo que hace que el aprendizaje sea más divertido y atractivo. Cuando los niños se sienten motivados y disfrutan lo que están haciendo, es más probable que se mantengan interesados en aprender. Esto fomenta un aprendizaje más duradero y significativo.
En resumen, los talleres manipulativos y las actividades fuera del aula son una herramienta esencial para el desarrollo completo de los niños. Además de reforzar los conocimientos académicos, estas experiencias les permiten aprender habilidades vitales para la vida, mejorando su autoestima, su capacidad de trabajo en equipo y su creatividad. ¡Son una forma divertida y efectiva de enseñar y aprender!
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